Sabemos muy bien que nos hace subir de peso
- el consumo excesivo de calorías más de las que podemos quemar en un día.
Pero, aunque esto es cierto, no responde a la pregunta más importante: ¿por qué
comemos en exceso en primer lugar?
¿Por qué a veces me siento
obligado a comer esa porción de pastel o barra de chocolate, aunque sé que me
arrepentiré unos minutos después?
¿Es solo avaricia, o está
sucediendo algo más?
Aunque el autocontrol es
importante, existe una creciente evidencia de que el estrés juega un papel importante en el aumento de peso. (También puede interesarle: Cómo el estrés puede provocar pérdida de cabello y qué hacer al respecto).
El estrés crónico afecta los
niveles de azúcar en la sangre y produce trastornos del sueño. Esto nos lleva a
tener una gran necesidad por consumir alimentos y esto a la vez nos lleva a un
mayor trastorno del sueño, que causa mayores, niveles de estrés e incluso aumentando
los niveles de azúcar en la sangre. Con el tiempo, esto puede conducir al
aumento del colesterol en la sangre, y a la posibilidad de sufrir a diabetes tipo II.
El Dr. Giles Yeo, miembro del
equipo “Créeme, soy doctor”, decidió, con la colaboración de investigadores de
la Universidad de Leeds, someterse a un día de estrés inducido. Los científicos
de Leeds comenzaron pidiéndole a Giles que hiciera algo llamado la prueba de estrés de Maastricht.
La investigación consistió en
poner al Dr. Giles frente a una computadora y restaron rápidamente un número,
17, de otro número, 2.043. la idea de la prueba es que cometiera errores
seguidos, que para alguien como Giles es particularmente estresante.
Luego le hicieron poner una mano
en una tina de agua fría y lo sostuvieron allí. Se tomaron muestras de sangre
para ver los niveles de azúcar de Giles, la toma de la muestra se realizó antes
y en la finalización de las pruebas.
Nuestros niveles de azúcar en la
sangre aumentan cuando comemos y, en una persona sana como Giles, vuelven
rápidamente a la normalidad.
Pero lo que el equipo de Leeds
descubrió fue que el día en que Giles estaba siendo estresado deliberadamente,
sus niveles de azúcar en la sangre tardaron tres horas en volver a la
normalidad, unas seis veces más que en un día anterior libre de estrés.
Lo que ocurre cuando te sometes
al estrés, es que tu cuerpo activa sus mecanismos de defensa para protegerse de
amenazas externas. Tu sistema entra en modo protección activando la liberación
de glucosa en tu sangre, con la finalidad de proporcionar más vitalidad a tus músculos.
Pero por lo habitual el peligro
al que te sometes no requiere de ese exceso de energía, entonces el páncreas
comienza a producir insulina para disminuir la azúcar en tu sangre. Esta
diferencia que se produce en tu cuerpo de incrementar la insulina y disminuir
la azúcar en tu sangre es la que causa la sensación de hambre, forzándote a
tener un antojo por carbohidratos que contengan azúcar, cuando pasas por un
periodo de estrés.
El mismo tipo de cosas sucede
cuando tienes una mala noche de sueño.
Una investigación realizada por el colegio King's de Londres
descubrió que, si privas de sueño a las personas, estas aumentarían su consumo,
en promedio, 385 kcal por día, lo que equivale a las calorías de un mollete
grande. Los niños también aumentan su consumo de bocadillos cuando no han
dormido lo suficiente.
En otro estudio reciente, los
investigadores tomaron un pequeño grupo de niños de tres y cuatro años (todos
dormían regularmente) y no solo los privaron de su siesta de la tarde, sino que
también los mantuvieron durante unas dos horas despiertos, después de su hora
de acostarse normal.
Al siguiente día, todos los niños
consumieron 20% más calorías de lo habitual, sobretodos los que contenían
azúcar y carbohidratos. Después de esto se les dejo dormir todo lo que
quisieran. Pero al día siguiente, estos todavía consumían un 14% más calorías
de lo habitual.
Los efectos del estrés persisten
con el tiempo, ¿cómo se puede reducir el estrés diario?
Respirando el estrés
Una técnica de respiración,
recomendada por NHS Choices, que considero efectiva. Y con la cual obtendrá el
mayor beneficio si lo hace parte de su rutina diaria.
Se puede realizar de pie, sentado
o tumbado, lo que sea más relajante para usted.
- Iniciamos inhalando aire tan profundamente como pueda, por la nariz, sin forzarlo, comenzamos a contar hasta cinco
- Luego, exhale suavemente, por la boca, hasta contar a cinco
- Siga respirando por la nariz y por la boca, de forma constante
- Sigue haciendo esto de tres a cinco minutos
Una de las primeras cosas que
recomiendo encarecidamente es intentar dormir bien por la noche. Es más fácil
decirlo que hacerlo, pero NHS Choices ofrece algunos consejos útiles.
También puede probar algunas
técnicas bien establecidas para "eliminar
el estrés", como el ejercicio, la jardinería, la toma de conciencia o
el yoga.
Cuando los probé recientemente,
con la ayuda de la Prof. Angela Clow, una experta en estrés en la Universidad
de Westminster, la toma de conciencia pasó a primer plano.
Pero un hallazgo clave de nuestro
estudio fue que realmente solo obtenías
beneficio si lo disfrutabas.
Por lo tanto, intente diferentes
cosas y vea cuál funciona mejor para usted.
Fuente
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